Manuelita Sáenz: la libertadora del libertador

Abstract

El general Simón Bolívar, el hombre que logró la libertad de España de cinco naciones americanas, estaba perdiendo su última batalla el 17 de diciembre de 1830. Sumido en la amargura llamaba a Manuelita Sáenz quien no lo acompañó en ese final, pues ocho meses antes se habían separado en momentos en los que también se disolvía la Gran Colombia por las pasiones insanas de venezolanos, ecuatorianos y colombianos. Bolívar en su final creía que Manuelita estaba al lado suyo físicamente y entonces en forma suplicante le decía: "Vámonos, Manuelita, vámonos, esta gente no nos quiere”. Esta obra presenta retazos de la existencia de una mujer valiente que ganó por méritos altas dignidades en los ejércitos de Colombia, Venezuela y el Ecuador. Siguió a Bolívar y se enfrentó a sus enemigos en la llamada noche septembrina en la que le salvó la vida para pasar a la historia como la libertadora del libertador. Fue odiada y amada al igual que Bolívar y murió en el puerto de Paita, en el Perú sola, abandonada, despreciada y enferma de difteria a los 58 años de edad. Sus restos mortales al igual que todas sus pertenencias fueron incinerados y arrojados a una fosa común. (tomado del texto)